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¿Quieres saber cómo declarar tu renta online?

¿Quieres saber cómo declarar la renta online?

Nosotros te lo enseñamos paso a paso.

La declaración de la renta se presenta a través de la página web de Agencia Tributaria. Para cada nuevo ejercico fiscal, se habilita un enlance donde los contribuyentes pueden acceder al borrador de la renta y presentar la declaración, una vez conforme.

Aun si no estas obligado a declarar, hacerlo puede beneficiarteSi aplican deducciones en tu caso, podrías obtener una devolución. ¡Y recibir dinero extra siempre es una buena noticia!

Ahora veamos exactamente cuál es el proceso, paso por paso.

1. Identifícate

Una vez hayas pinchado en el enlace habilitado por la Agencia Tributaria en su página web para el ejercicio fiscal correspondiente, deberás autentificarte para acceder al borrador de la renta.

Para ello necesitarás:

  • Certificado electrónico o Cl@ve PIN o,
  • El número de referencia que se obtiene introduciendo tu DNI, la fecha de caducidad del DNI (o de expedición si el DNI es permanente) y la casilla 505 de la renta presentada en el año anterior o, si no la presentaste, las 5 últimas cifras del IBAN del cuál seas titular.

2. Ratifica tu domicilio fiscal

Una vez autentificado, se te pedirá que confirmes el domicilio fiscal que consta en el sistema o que lo modifiques con tu residencia habitual actual.

Si has cambiado de residencia durante el año, el domicilio fiscal que debes indicar en la declaración de la renta es el domicilio actual, es decir, el que corresponde a la fecha en la que ratificas tus datos fiscales (por ejemplo, en 2025 si presentas la renta de 2024).

La Agencia Tributaria utiliza varios criterios para determinar tu domicilio fiscal:

  • El lugar donde hayas residido más días durante el año (más de 183 días),
  • El principal centro de intereses económicos o personales o,
  • La última residencia declarada en el impuesto sobre la renta, si no se ha notificado un cambio.

Por tanto, si has vivido en varias comunidades autónomas, deberás sumar los días en cada una y declarar en la que hayas residido más tiempo. Si hay empate, se considerará el centro de intereses o la última residencia declarada.

¿Deben coincidir domicilio fiscal y residencia habitual? Para personas físicas, lo habitual es que ambos coincidan, salvo que realices actividades económicas cuya gestión se realice en otra dirección. El domicilio fiscal es el que consta en Hacienda y es donde recibirás notificaciones oficiales. La residencia habitual es donde realmente vives. Lo recomendable es que ambos coincidan para evitar problemas administrativos y fiscales.

Si tienes dudas específicas sobre tu caso (por ejemplo, realizas actividades económicas, has residido o resides en el extranjero, etc.) contáctanos sin compromiso. Estaremos encantados de conocerte!

3. Confirma tus datos personales

Una vez ratificado el domicilio, deberás confirmar tus datos personales o ajustarlos. Si has cambiado tu estado civil o si has tenido hijos durante el ejercicio fiscal correspondiente, ahora es momento de indicarlo.

En esta etapa deberás decidir si deseas que la renta se te calcule individualmente o junto a tu cónyuge. Si escoges la última opción, deberás autentificar también a tu cónyuge, teniendo las misma opciones presentadas en el primer paso. Te recomendamos que así lo hagas para poder al final elegir la opción más favorable para ambos: presentar cada uno individualmente o conjunta.

Si la presentación individual es para ti, deberas clicar en la casilla sobre la que apunta la flecha que mostramos debajo.

4. Revisa el borrador

El sistema autocompleta tu declaración en base a los datos fiscales que la Agencia Tributaria tiene disponibles. Puedes verificarlos y comprobar su veracidad en el apartado «Comprobar datos fiscales» de la sede electrónica de la Agencia Tributaria, tal como te mostramos a continuación:

Te recomendamos verificar tus datos fiscales, ya que la Agencia Tributaria también puede cometer errores en la información que proporciona. Además, si has recibido ciertas prestaciones — como ayudas o subvenciones — es probable que se indique la casilla en la que deben reflejarse en la declaración lo que asegura no cometer errores. No obstante, si dichas prestaciones están calificadas como exentas, deberás comprobarlo previamente en la ley que regula cada prestación.

En una declaración de la renta, pueden existir varios tipos de ingresos: rendimientos del trabajo, rendimientos de actividades económicas, rendimientos de capital inmobiliario y rendimientos de capital mobiliario. Algunos contribuyentes pueden tener únicamente uno de estos tipos, mientras que otros pueden percibir varios simultáneamente. Los rendimientos del trabajo incluyen, por ejemplo, sueldos, pensiones o prestaciones por desempleo, mientras que los rendimientos de actividades económicas corresponden a ingresos generados por el ejercicio de una actividad profesional, empresarial o autónoma

Sigue leyendo y te explicamos las particularidades que tiene cada tipo de rendimiento en la declaración de la renta.

A. Rendimientos del trabajo

¿Qué son los rendimientos el trabajo?

Cuando revisas tu borrador de la declaración de la renta, uno de los apartados más importantes es el de rendimientos del trabajo. Este bloque recoge los ingresos que has obtenido por tu actividad laboral durante el año fiscal. Si trabajas por cuenta ajena, tu empresa declara tus ingresos a Hacienda, apareciéndo automáticamente en el borrador, y es fundamental asegurarte de que todo esté correctamente reflejado.

¿Qué se considera rendimientos del trabajo?

  • Los sueldos o salarios como trabajador por cuenta ajena.
  • Las prestaciones por desempleo que hayas recibido.
  • Las pensiones (jubilación, viudedad etc.).
  • Las pensiones compensatorias recibidas del cónyuge y las anualidades por alimentos, excepto si están exentas.
  • Las becas recibidas, excepto si están exentas.
  • Los rendimientos derivados de impartir cursos, conferencias, seminarios o de la elaboración de obras literarias, artísticas o científicas, excepto si califican como rendimientos de actividades económicas.

¿Qué debes revisar en el borrador?

Al revisar esta sección, asegúrate de:

  • Que todos los pagadores estén incluidos.
  • Que los importes brutos y las retenciones coincidan con tus nóminas.
  • Que se hayan aplicado correctamente las reducciones, si corresponde.
  • Que no falten otras prestaciones que hayas percibido y que califiquen como rendimientos del trabajo, como el paro o pensiones.

¿Hay deducciones o retenciones aplicables?

Aunque los rendimientos del trabajo no permiten muchas deducciones, sí existen algunas situaciones especiales:

  • Gastos deducibles: como cuotas sindicales, gastos de defensa jurídica relacionados con tu empleo, etc.
  • Mínimo personal y familiar: aunque no es una deducción directa sobre los rendimientos, influye en el cálculo final del impuesto ya que disminuye la cantidad sobre la que se calcula el impuesto, es decir, reduce la base liquidable general, lo que puede traducirse en una menor cuota a pagar o una mayor devolución.

Errores comunes que debes evitar

  • No incluir todos los pagadores (especialmente si cambiaste de trabajo).
  • No revisar si las retenciones son suficientes, lo que puede afectar si te sale a pagar o a devolver.
  • No aplicar reducciones cuando corresponden, lo que puede aumentar tu carga fiscal innecesariamente.

Consejo profesional

Revisar los rendimientos del trabajo con atención puede marcar la diferencia entre una declaración correcta y una que te cueste dinero. Si tienes dudas, especialmente si has tenido varios empleadores u otro tipo de ingresos, es recomendable contar con asesoramiento profesional.

B. Rendimientos de actividades ecónomicas

Si eres autónomo, profesional independiente o desarrollas cualquier actividad económica por cuenta propia, tu declaración de la renta será más compleja que la de un trabajador por cuenta ajena. En este caso, deberás declarar los rendimientos de actividades económicas, un apartado que requiere especial atención y, en muchos casos, asesoramiento experto.

¿Qué se considera actividad economica?

La Agencia Tributaria considera actividad económica cualquier actividad que implique una organización de medios materiales y humanos para producir bienes o servicios. Esto incluye:

  • Autónomos que prestan servicios (consultores, abogados, diseñadores…).
  • Comerciantes o empresarios individuales.
  • Profesionales liberales (médicos, arquitectos, traductores…).
  • Actividades agrícolas, ganaderas o forestales.

📝 Ejemplo: Si eres traductora freelance y facturas a clientes regularmente, estás desarrollando una actividad económica y debes declarar tus ingresos como tales.

¿Cómo se declaran estos rendimientos?

Existen dos métodos principales para declarar los rendimientos de actividades económicas:

  1. Estimación directa.

    Es el régimen más común. Se basa en la diferencia entre ingresos y gastos reales. Puede ser:

    • Normal: para quienes superan ciertos límites de facturación.
    • Simplificada: para quienes no superan los 600.000 € anuales.
  2. Estimación indirecta.

    Solo aplicable a ciertas actividades y bajo condiciones específicas. Se calcula en función de parámetros como superficie del local, número de empleados, etc.

⚠️ Importante: No todas las actividades pueden acogerse a módulos, y Hacienda publica cada año las actividades incluidas.

¿Qué gastos son deducibles?

En estimación directa, puedes deducir todos los gastos necesarios para el desarrollo de tu actividad, como:

  • Cuotas de autónomos.
  • Material de oficina o herramientas.
  • Alquiler del local o despacho.
  • Teléfono e internet (proporcional si se comparte con uso personal).
  • Formación relacionada con tu actividad.
  • Servicios profesionales (asesoría, gestoría, etc.).

🧾 Ejemplo: Si trabajas desde casa, puedes deducir una parte proporcional de los gastos del hogar (electricidad, internet, etc.), siempre que esté debidamente justificado.

¿Qué revisar en el borrador?

A diferencia de los rendimientos del trabajo, los de actividades económicas no suelen aparecer automáticamente en el borrador. Debes introducirlos manualmente, lo que implica:

  • Calcular correctamente tus ingresos y gastos.
  • Aplicar amortizaciones si tienes bienes afectos (ordenadores, mobiliario…).
  • Declarar correctamente las retenciones sufridas (si tus clientes te han retenido IRPF).
  • Incluir pagos fraccionados realizados durante el año.

Errores comunes

  • No llevar una contabilidad ordenada.
  • No deducir gastos que sí son aplicables.
  • Deducir gastos personales como si fueran profesionales.
  • No aplicar correctamente las amortizaciones.

Consejo profesional

La declaración de los rendimientos de actividades económicas puede ser compleja y técnica. Un error puede implicar sanciones o perder beneficios fiscales. Por eso, si eres autónomo o profesional independiente, contar con asesoramiento experto no es solo recomendable, sino casi imprescindible.

C. Rendimientos de capital mobiliario

Los rendimientos de capital mobiliario son una de las fuentes de ingresos más habituales, pero también pueden generar muchas dudas a la hora de hacer la declaración de la renta. Entender qué son, cómo se declaran y qué aspectos debes revisar es fundamental para evitar errores y aprovechar posibles ventajas fiscales

¿Qué se considera rendimiento de capital mobiliario?

Son los ingresos que obtienes por la cesión a terceros de capitales propios o por la participación en fondos propios de entidades. Los ejemplos más comunes incluyen:

  • Intereses de cuentas bancarias y depósitos.
  • Dividendos de acciones.
  • Rendimientos de bonos, obligaciones y otros productos financieros.
  • Participaciones en fondos de inversión.
  • Seguros de vida o invalidez (en ciertos casos).

📝 Ejemplo: Si tienes una cuenta de ahorro que te ha generado intereses, o has recibido dividendos por tus acciones, estos importes deben declararse como rendimientos de capital mobiliario.

¿Cómo se declaran los rendimientos de capital mobiliario?

Los rendimientos de capital mobiliario se incluyen en la base imponible del ahorro y tributan a tipos diferentes a los del trabajo o actividades económicas. Debes tener en cuenta:

  • Retenciones: normalmente, los bancos y entidades financieras ya aplican una retención a cuenta del IRPF (generalmente el 19%). Aun así, debes declarar el importe bruto y la retención practicada.
  • Compensación de pérdidas y ganancias: si has tenido pérdidas en productos financieros, puedes compensarlas con ganancias del mismo tipo, dentro de ciertos límites y plazos.

¿Qué gastos son deducibles?

En algunos casos, puedes deducir gastos relacionados directamente con la obtención de estos rendimientos, como:

  • Comisiones bancarias por administración y depósito de valores.
  • Gastos de gestión de fondos de inversión (si no están ya descontados en el valor liquidativo).

⚠️ Importante: No todos los gastos son deducibles. Por ejemplo, los gastos de adquisición de acciones o fondos no se pueden deducir como tales, sino que se tienen en cuenta al calcular la ganancia o pérdida patrimonial cuando los vendas.

¿Qué revisar en el borrador?

  • Que todos los productos financieros estén correctamente reflejados (cuentas, depósitos, acciones, fondos, etc.).
  • Que los importes brutos y las retenciones coincidan con los certificados que te envían los bancos o entidades.
  • Que se hayan aplicado correctamente las compensaciones de pérdidas y ganancias si corresponde.
  • Que no falte ningún producto, especialmente si tienes inversiones en el extranjero (estas pueden requerir información adicional, como el modelo 720).

Errores comunes

  • No declarar todos los productos financieros (especialmente los que no generan retención en origen).
  • No compensar correctamente pérdidas y ganancias.
  • Declarar solo el importe neto y no el bruto más la retención.
  • Olvidar declarar inversiones en el extranjero.

Consejo profesional

La fiscalidad de los rendimientos de capital mobiliario puede ser más compleja de lo que parece, especialmente si tienes varios productos financieros, inversiones en el extranjero o movimientos frecuentes. Un asesor experto puede ayudarte a optimizar tu declaración, evitar errores y aprovechar todas las ventajas fiscales disponibles.